- Newsletter Animales Financieros
- Posts
- Oye el 18 pa' bueno
Oye el 18 pa' bueno
20 personas en una casa con un baño, cuatro camarotes y una pieza matrimonial. Así fueron varios dieciochos en mis 20’s. Lo pasábamos increíble.
Había poca plata, pero muchas ganas. Lo más raro de todo; es que en ese momento sentía que no necesitaba mucho más para ser feliz.
La felicidad es la diferencia entre
tus expectativas y la realidad.
El problema es que en la medida que nuestra vida avanza, nos vamos poniendo más exquisitos. El McDonald’s ya no es suficiente y las vacaciones fuera de Chile parecieran ser una obligación.
Para peor, unos cuantos minutos en Instagram nos confunden con un mundo irreal. Uno en el que todos nuestros amigos viven una vida de ensueño con una billetera que pareciera alcanzar para todo.
¿Cuándo alcanzas tu “punto de equilibrio”?
Esa fue la pregunta de un amigo en la sobremesa del 18. La verdad es que estuvo toda la semana haciendo preguntas raras, pero esta fue la que me dejó pensando.
“¿Punto de equilibrio para que?” le contesté yo.
“Para ser feliz” me respondió.
Muchas veces hemos hablado sobre cuál es nuestro número. Esa cifra que nos entregue la soñada libertad financiera. Sin embargo, ese número esconde realidades.
Personalmente, yo no vivo para alcanzar la independencia financiera. Vivo para tratar de ser feliz la mayor cantidad de días posibles. Es por eso que mantener mis expectativas desafiantes, pero reales es algo que me quita el sueño.
Por eso te quiero invitar a hacer un ejercicio que te va a servir para siempre:
Paso 1: Anota en algún lugar tu sueldo actual. Hazlo ahora, no seas floj@. Las notas de tu celular son un buen lugar para hacerlo.

Paso 2: Escribe el sueldo que crees que necesitas para ser feliz.
Paso 3: Resta “el sueldo que crees que necesitas” - “tu sueldo actual”.
Este es tu gap financiero, y si lo cierras, te debería convertir en una persona completamente feliz.
Destaco el “te debería” porque existe un invitado de piedra. Los gringos le dicen el “Lifestyle creep”. Este es el encargado de hacernos gastar más en la medida que nuestros ingresos aumentan.
Me explico.
Me subieron el sueldo, así que:
Ya no me tomo el café en la oficina, me lo compro en el Starbucks.
Ya no me sirve mi auto, necesito uno del año.
Me merezco comprar ropa de marca todos los meses.
¿Se entiende?
A todos nos ha pasado, por lo que definir mi punto de equilibrio antes de que aparezca el próximo aumento de sueldo nos puede ayudar a que ser felices sea más fácil.
No me quiero alargar más. La semana estuvo dura. Por eso dejaremos el paso 4 para la próxima semana.
Este, nos va a ayudar a definir si la diferencia entre nuestras expectativas y la realidad se justifica.
Por ahora, te dejo un videito para que veas que lo sigo pasando bien solo con un par de terremotos.