Estoy haciendo mucho

Hay una escena de Mad Men que vive gratis en mi cabeza. El protagonista de la serie es Don Draper, un genio del marketing, mino y alcohólico. Durante la serie va rompiendo varios corazones. Al llamar a una de sus parejas para contarle que terminaba su relación, ella le dice:

No soy Don Draper. No soy ni genio ni mino ni alcohólico. Pero sí me identifico con esta frase de la Dra. Faye. Me gustan los principios de las cosas, y me distraen.

Los proyectos

Cuando dejé de trabajar con la empresa gringa el 2023 (léase: me echaron), lo pasé pésimo. Era mi única fuente de ingresos, y si creen que los arriendos en Chile están caros, en EEUU y Ontario es peor.

Mi aprendizaje fue que depender de una sola fuente de ingresos es tremendo riesgo. Es un gran aprendizaje, y que todos nos beneficiaríamos de aplicar.

Pero quizás me fui muy hacia el otro extremo. Entre proyecto y proyecto, me di cuenta que había generado ingresos por más de 10 fuentes en el último año. ¿Millonario? Para nada, lo que importa no es la cantidad de fuentes, sino que el monto que venga de ellas.

Los proyectos andan bien, pero ninguno extraordinario. ¿Qué se necesita para que un proyecto crezca exponencialmente? Foco.

Lo he leído y aprendido varias veces, pero se me olvida. Hay que aprender a decir que no, reducir más que agregar.

Necesito recordarlo constantemente, por eso si me ven caminando por las calles de Baton Rouge, verán este libro bajo mi brazo.

Por las próximas semanas voy a estar buscando simplificar y redoblar esfuerzos en las cosas que me van a generar mayor impacto. Repetir platos de comida, elegir un par de podcasts, estructurar mi día a día.

En vez de buscar cosas nuevas, andaré con las tijeras listo para cortar lo que no aporta.

Te invito a andar con las tuyas. ¿Qué sobra?