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Cuando menos lo esperas
Terminas pasando el día del padre en la clínica

A veces creemos tener todo bajo control. Sin embargo, el tiempo se encarga de recordarnos una y otra vez que esa sensación es solo una ilusión.
“Espera lo mejor, prepárate para lo peor”
Cuando teníamos todo preparado para pasar un domingo familiar del día del padre, el virus sincicial apareció sin previo aviso y nos mandó a resolver las incertidumbres varias que pueden sentir unos padres primerizos en esa situación.
Lo podríamos haber pasado pésimo, pero finalmente no llegamos ni a sentir un poco de estrés. Todo quedó en un susto que el largo plazo se encargará de borrar.
El mundo de la plata se parece tanto a la vida, que cada vez que me pongo a filosofar sobre estas cosas termino en apreciaciones que aplican tanto para tratar de ser feliz; como para hacerlo bien con mi plata.
Filosofemos
Me encantan las acciones y quizás hoy más que nunca gracias a:
1. La recuperación de los mercados en las últimas semanas

MSCI ACWI
2. La lectura que estoy haciendo del “Simple Path to Wealth” de JL Collins
Las acciones siempre suben dice Collins en el capítulo 7 de este libro que pocos recomiendan, pero que hasta ahora se está convirtiendo en uno de mis favoritos por escándalo.
¿Qué hay detrás de esto?
Simplemente empresas con negocios rentables que aparecen y desaparecen a lo largo de la historia, pero que en el agregado generan utilidades y valor; haciendo que los mercados suban.
La duda de muchos, muy razonable por lo demás, es si esto seguirá siendo válido en el futuro.
Mi visión es que sí. Esta convicción se basa en la que trato sea mi filosofía de vida: hay que ser un optimista.
Creo que la creatividad humana, y ambición por ganar dinero, será capaz de inventar permanentemente nuevos productos y servicios que los habitantes de este planeta querremos comprar. Al fin y al cabo, a los humanos nos encanta gastar.
¿Puedo asegurar que esto será así?
La respuesta es un rotundo no, y eso es lo que más me gusta, pues esta ambigüedad habla desde mi yo más profundo.
Si no creyera realmente “en el mercado”, y solo fuese una fachada para Instagram, no tendría la mayoría de mi dinero invertido en acciones.
¿Puedo quebrar con mi filosofía?
De todas maneras. Sin embargo, si todo se va a la quiebra y los mercados se van a $0, mis preocupaciones, y las del resto del mundo, no serán financieras.
Toda la atención estaría en tratar de sobrevivir a la hecatombe mundial que hizo que todos los bancos del mundo se esfumaran, que no tuviésemos internet y que las clínicas se vieran como en “THE LAST OF US”.
Optimista pero no w$&n
Confío en que lo que hacemos en el día a día tiene que ser bajo una mirada optimista esperando lo mejor. Sin embargo, e igual de importante en esta ecuación, está la convicción que tomemos las acciones necesarias por si intempestivamente aparece “lo peor”.
Un lindo colchón de emergencias, un par de seguros y una buena diversificación que tome en cuenta la importancia de la liquidez me preparan para “lo peor” en el mundo de la plata.
Y que coincidencia, fue lo mismo que me ayudó a no sentir estrés el domingo de enfermedad.
El resto de la pega, la hizo nuestra postura optimista de que todo va a estar bien y que hay que dejarse ayudar, en este caso por especialistas de la enfermedad.
Los mismos que me hicieron una gran boleta de la cual mi seguro de salud y complementario pudieron afrontar; junto a un generoso colchón de emergencias que me dijo: “no te preocupes, yo me hago cargo de pagar”.
Gracias a esta combinación, mi única preocupación, fue estar presente con la mejor cara posible para intentar apañar.

Un día más, que cuando veamos la foto de nuestra vida familiar, no se va a notar. Igual que esas caídas de mercado que algunos no pueden soportar y que no se imaginan cuánto dinero les va a costar…