Te cuento cómo voté

Hace tres semanas que dejé de tomar alcohol. No fue una decisión “para siempre”, sino que un desafío personal de autocontrol.

Dime alcohólico, pero estoy 99% seguro que desde que empecé a tomar, por allá a las 17-18 primaveras, nunca había pasado tanto tiempo sobrio.

No se trata de que hubiese andado de farra todos los días de mi vida, pero entre la cerveza después de la liga, el vino con la señora y el sour del fin de semana, había entrado en un estado de inercia del que me daba miedo salir.

Razones para haber llegado ahí hay miles, pero a esta altura da lo mismo. Lo importante es que no haber tomado en tres semanas se siente extremadamente bien.

No tomar tiene costos

Partiendo por tener que explicar porqué no estás tomando en cada reunión social en la que hay copete.

También cuesta quedarse hasta más tarde en los carretes por el sueño que empieza a dar tipo 1-2 am.

Sin embargo, lo que más cuesta por lejos es aguantarse ese milisegundo de tentación cada vez que tienes el impulso de servirte algo.

La sensación es muy similar a ese instante en el que cedemos ante los reels de Instagram y TikTok o a cuando nos compramos algo a lo que le teníamos muchas ganas, pero que sabemos que no deberíamos. Droga pura.

Amor y odio. Te hace sentir bien, pero sabes que durará poco y que no es realmente lo que necesitas.

El problema es que muchas veces no sabemos lo que necesitamos.

Vamos con el voto

Voté en primarias, pero no te puedo decir por quién. Es ilegal.

El voto al que me refería en el asunto de este correo era a mi elección por intentar descubrir los efectos de vivir mejor.

¿Para qué? Para no quedarme con la espina de “qué hubiese pasado con mi vida si hubiese logrado dormir y comer bien, hacer deporte, leer y tener sanidad mental”.

¿Seré más productivo así? ¿Mejor deportista? ¿Mejor papá?

No tengo idea qué va a pasar, pero decidí que lo voy a intentar.

El próximo domingo 6 de julio cumplo el mes y coincide con el comienzo de unas vacaciones de una semana en la que algún vinito me quiero tomar. No es para mí, es para descomprimir.

Por eso, para la vuelta tengo un plan que te quiero contar y al que te quiero invitar.

El plan

Un mes completo:

- Sin alcohol.

- Con deporte (al menos 3 por semana).

- Sin delivery (tengo un comodín y te lo cuento al final).

- Con terapia mental.

- Con manos en la cocina.

- Con muchos amigos y/o familia para contagiar.

No lo he definido, pero es muy probable que les pida dejar un depósito en dinero que podrán retirar si cumplen el plan.

¿Te sumas?

👉🏼 Inscríbete gratis acá.

A los que se motiven los sumo a un grupo de whatsapp en la comunidad animal.

Y no es necesario que hagas todo a la vez. Si quieres partir por solo una cosa a la vez está bien. Elige eso que sea más fácil, lo importante es partir.

Dale, súmate. No te arrepentirás, de al menos, haberlo intentado.

El comodín
Con mi señora estamos bravos para la Piadina Pollo Avocado del Tiramisu. No es lo más sano del mundo, pero una porción entre dos te deja sin hambre y con un gasto razonable.

Un lindo premio que me ayuda a no caer en el resto de las tentaciones.

Encuentra el tuyo sin irte al chancho.